El Real Decreto 107/2007 regula la temperatura en los centros de trabajo. En su actualización de 2009, para la época estival y relativo a oficinas (locales administrativos, comerciales y de pública concurrencia), fija la temperatura de las instalaciones de aire acondicionado en un mínimo de 26ºC, con una humedad relativa de entre el 30% y el 70%.
Lo que ninguna norma puede fijar, sin embargo, son las necesidades que cada persona tiene respecto a la temperatura exterior de confort. Y de ahí surgen las discrepancias y discusiones en el entorno laboral alrededor del nivel en que debe fijarse el termostato.
Eso, cuando hay instalaciones de aire acondicionado sobre las que discutir…
Faldas y pantalones en el lugar de trabajo
En muchos entornos laborales, existen normas de carácter interno en relación con la vestimenta permitida durante el desarrollo de la actividad. En particular, los pantalones cortos, las camisas sin mangas o de tirantes son particularmente denostadas en aras del decoro y la buena imagen corporativa. No ocurre lo mismo con las faldas.
Hay determinadas profesiones, sin embargo, en las que las particulares condiciones en que se desempeñan hacen muy difícil entender tal prohibición.
Este es el caso de los conductores de autobús y tranvía franceses que, recientemente, se presentaron con faldas y vestidos en su lugar de trabajo para protestar porque no se les dejara llevar pantalón corto mientras trabajaban cuando las mujeres sí que podían acudir con falda en un entorno laboral que, cuentan, alcanzaba hasta los 50ºC.
Instalaciones de aire acondicionado: las necesidades varían en función del género
En los centros de trabajo donde tienen la fortuna de disfrutar de instalaciones de aire acondicionado que les faciliten la jornada laboral, también existen diferencias y conflictos alrededor de la temperatura. Estas diferencias, a veces irreconciliables, entre calurosos y frioleros se explican fácilmente a la luz de un informe científico publicado en Nature Climate Change.
Según el mismo, la climatización de oficinas y demás centros públicos está calculada desde hace años para un varón promedio de alrededor de 40 años y 70 kilos de peso. La progresiva incorporación de la mujer al mundo laboral ha dejado aún más obsoleta, si cabe, esa interpretación.
El estudio anteriormente reseñado demuestra que existe una diferencia metabólica, en relación al porcentaje de grasa y nivel de aislamiento corporal que varía según el sexo y la edad, de tal manera que el cuerpo del hombre genera más calor y, en consecuencia, necesita más frío exterior que la mujer para alcanzar la temperatura exterior óptima.
Buscar una solución equilibrada que evite las continuas discusiones es una tarea conjunta que exige talante conciliador entre los compañeros de trabajo y creatividad y nuevos criterios entre quienes diseñan las instalaciones de aire acondicionado.
En Lyntunsomos expertos desde hace más de 30 años en climatización oficinas y demás entornos laborales.
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